“Cuando uno atribuye todos los errores a los otros y se cree irreprochable, está preparando el retorno de la violencia, revestida de un vocabulario nuevo, adaptada a unas circunstancias inéditas. Comprender al enemigo quiere decir también descubrir en qué nos parecemos a él.” – Tzvetan Todorov


miércoles, 2 de diciembre de 2009

Cuando el Tiburón y el Pez se encontraron por primera vez - Gilad Shalit

De acuerdo a filtraciones a la prensa, las negociaciones entre Hamás y el gobierno de Israel están por lograr un nuevo acuerdo. Israel liberará a casi 980 prisioneros palestinos a cambio del soldado Gilad Shalit, capturado por militantes palestinos hace 3 años y medio al sur de Israel, en los linderos con la franja de Gaza.

De concretarse, sería un paso más sobre el intercambio de prisioneros. El 2 de octubre Hamás dio conocer un video que muestra a Shalit vivo y con buena salud. A cambio, el gobierno de Benjamín Netaniahu liberó a 20 presas palestinas.

Irónicamente, Israel y Hamás no se reconocen como interlocutores. El segundo llama a la destrucción del primero, y el primero considera al segundo como una organización terrorista. En el papel se niegan a negociar entre ellos. En la realidad, las negociaciones actuales dan indicios de que no son necesariamente la primera vez que lo hacen. Más aún, no es necesariamente la última vez que lo hagan.

En 1998, cuando tenía 11 años, Shalit escribió un cuento sobre la amistad “imposible” entre un pez y un tiburón. Sin importar quién es pez y quién tiburón (unos y otros se ven como el pez frente al tiburón), palestinos e israelíes están reflejados en ese cuento, prisioneros de sus propios prejuicios. ¿Escribiría Shalit otra vez este cuento? No lo sé. De lo que sí tengo certeza es que incluso la intransigencia tiene un límite.


Cuando el Tiburón y el Pez se encontraron por primera vez

Por Gilad Shalit

Un pequeño y hermoso pez nadaba en medio de un pacífico océano. De pronto, el pez vio a un tiburón que se lo quería comer.

Entonces, comenzó a nadar bien rápido, pero el tiburón también lo hizo.

De repente, el pez se paró y le dijo al tiburón:

“¿Por qué me quieres comer? ¡Podemos jugar juntos!”

El tiburón pensó y pensó finalmente dijo: De acuerdo, está bien. Vamos a jugar a las escondidillas.

El tiburón y el pez jugaron durante todo el día, hasta que el sol comenzó a bajar.

En la tarde, el tiburón regresó a su casa.

Su mamá le preguntó: “¿Cómo la pasaste, mi querido tiburón? ¿A cuántos animales te comiste el día de hoy?”

El tiburón le contestó: “Hoy no me comí a ningún animal, pero jugué con uno llamado PEZ”

“Ese pez es uno de los animales que nos comemos. ¡No juegues con él!”

En la casa del pez, sucedió lo mismo. “¿Cómo estás pececito? ¿Cómo te fue en el mar?” preguntó la mamá del pez.

El pez respondió: “Hoy jugué con un animal llamado TIBURÓN”

“El tiburón es el animal que se comió a tu papá y a tu hermano. No juegues con ese animal”, le dijo la mamá.

Al día siguiente, ni el tiburón ni el pez fueron a la mitad del océano.

No se reunieron durante muchos días, semanas y hasta meses.

Un día se encontraron de casualidad. De inmediato, cada uno nadó y se escondió atrás de su mamá y otra vez no se reunieron por días, semanas y meses.

Después de que pasó todo un año, el tiburón salió a dar un lindo paseo. También lo hizo el pez. Se encontraron por tercera vez en su vida. Y entonces el tiburón le dijo: “Tu eres mi enemigo, pero a lo mejor podemos hacer la paz”.

El pececito dijo: “Está bien”.

Jugaron en secreto durante días, semanas y meses, hasta que un día, los dos amigos fueron juntos a hablar con la mamá del pez. Después hicieron lo mismo con la mamá del tiburón. Y desde ese día, tiburones y peces viven en paz.

FIN

Traducción al español de la versión en inglés When the Shark and the Fish First Met de Gilad Shalit: José Hamra Sassón.

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